Alemania Vs Uruguay en el Mundial Sudáfrica 2010: La revancha después de 40 años

09 de julio del 2010 | por: El Deportivo

Por ejemplo, la del partido de México 70...

Hace casi 40 años, el 20 de junio de 1970, a tan solo un día del inicio del verano en el hemisferio septentrional, en el Estadio Azteca de la Ciudad de México, a las 4 en punto de la tarde, ante un escenario abarrotado por más de 104 mil espectadores, las selecciones de Alemania y Uruguay se enfrentaban para ver cuál de ellas ocupaba el tercer lugar en la novena versión de un mundial de fútbol. ¡Fue un gran partido!

Ambos combinados, valgan verdades, hubieran podido jugar uno contra el otro en la mismísima final que se llevó a cabo al día siguiente. La plana de jugadores y la calidad de su juego asi lo demuestran. La Nationalmannschaft de entonces era nada más y nada menos que la del artillero Gerd Mueller, la del Tanque Alemán Uwe Seller, la de quien sería conocido años después como el “Kaiser” Franz Beckenbauer, la de Berti Vogts, Libuda, Overath, el imbatible Sepp Maier, y otros 13 jugadores más, dirigidos por el cerebral Helmut Schoen.

Por su parte, la Celeste contaba en sus filas con jugadores de la talla de Luis Cubilla, Roberto Matosas, Ildo Maneiro, el gran guardameta Ladislao Mazurkiewicz, Atilio Anchieta, Dagoberto Fontes, Víctor Esparrago, Pedro Rocha, Juan Mujica, entre otros, de un total de 21, dirigidos por otro gran estratega de selecciones, el profesor uruguayo Juan Hohberg. Ya se pueden imaginar, lo que se sentía en el Uruguay de entonces, al ver a su selección entre los 4 primeros, 20 años después del célebre Maracanazo ante Brasil en la Copa del Mundo de 1950.

Alemania Vs Uruguay en el Mundial Sudáfrica 2010: La revancha después de 40 años

La historia lo dice, la Diosa de la fortuna no acompañó en esa oportunidad al equipo Charrúa. El mediocampista alemán Wolfgang Overath, de 26 años de edad, a los 26 minutos de la primera etapa anunció que el tercer puesto sería ocupado por Alemania. Haciendo olvidar un poco la terrible derrota que habían experimentado los germanos ante los italianos tres días antes, cuando ambos equipos debieron jugar las prolongaciones producto del gol de empate alemán marcado en el último minuto de juego. Al final, como se sabe, en un tiempo suplementario de ida y vuelta, no apto para cardiacos, Italia se impuso ante Uruguay por 4 a 3.

Una escuadra uruguaya que, para ser sinceros, tuvo la muerte, en ese momento, de cruzarse, el 17 de junio en el Estadio Jalisco de Guadalajara, en el camino del mejor equipo de ese mundial y quizás de todos los tiempos, el del Brasil del Rey Pelé. Encuentro en el que, gracias al tanto marcado a los 19 minutos de juego por el genial Luis Cubilla, los uruguayos pudieron soñar con la final durante 25 minutos. Para luego caer derrotados por 3 goles a 1.

Uruguay ocupó finalmente el cuarto lugar. Los 69 minutos de incesante ataque al que fue sometido el combinado alemán no fueron suficientes para cambiar el curso de las acciones... Uruguay finalmente perdió, pero podía regresar a casa con la frente muy en alto, los once charrúas habían escrito una página más de gloria en el libro de su gran historia deportiva.