¿Amorim enterró los restos de García Lorca en la ciudad de Salto? ¿Se
hizo pasar por Sartre para colarse en la reunión secreta de Chaplin y
Picasso? ¿Saboteó los esfuerzos de Neruda por ganar el premio Nobel?
¿Amorim enterró los restos de García Lorca en la ciudad de Salto? ¿Se
hizo pasar por Sartre para colarse en la reunión secreta de Chaplin y
Picasso? ¿Saboteó los esfuerzos de Neruda por ganar el premio Nobel?
Un polémico libro sobre el escritor salteño Enrique Amorim se acaba de
presentar en España. "El amante uruguayo. Una historia real" del
escritor peruano Santiago Roncagliolo (premio Alfaguara 2006 por su
novela "Abril rojo", se detiene en la intimidad del salteño para
escrudriñar la de los principales referentes del arte del siglo xx.
¿Amorim enterró los restos de García Lorca en la ciudad de Salto? ¿Se
hizo pasar por Sartre para colarse en la reunión secreta de Chaplin y
Picasso? ¿Saboteó los esfuerzos de Neruda por ganar el premio Nobel?
También los libros son ellos y sus circunstancias. El amante uruguayo.
Una historia real se publica justo cuando en España el tema de los
desaparecidos de la guerra civil ha vuelto a reavivarse debido al juicio
que terminó en la condena del juez Baltasar Garzón. En una indisimulada
operación de marketing, el sello editorial (Alcalá) que accedió a la
exclusividad de la obra de Amorim (cartas, novelas inéditas, libros
dedicados, obras de arte) da ahora a la luz esta "historia real" del
salteño, donde el "desaparecido más célebre de la guerra civil" y el
posible paradero de sus restos cobran gran protagonismo. Una lectura
lleva a la otra, dicen, y es posible que Alcalá esté preparando el
terreno para las futuras ediciones de Amorim.
Celos, rivalidades, amores, miseria, dinero, homosexualidad, comunismo
solapado, doble vida... todos tópicos que aseguran lectores; más si
involucran a figuras como las de Lorca, Borges, Neruda, Picasso, Chaplin
y hasta Walt Disney, y si se presentan amparados bajo el rótulo de
"historia real".
Según elige dejar sentado el sello, el libro no partió de una necesidad
de Roncagliolo; es decir, se trata claramente de una investigación por
encargo. Su presentación en España estuvo acompañada de una exposición
audiovisual organizada por Casa de América, donde el autor elige
sobrevolar durante veinte minutos la vida de Amorim (con la cautela de
no cerrar ninguna historia), contar sobre su propia historia y pesquisa,
y mencionar a la mayor cantidad posible de los figurantes de renombre
que toman parte en el libro.
"Amorim sabía que su vida era una gran novela y la escribió. Dejó unas
novelas inéditas, un archivo de cartas que retratan toda la intimidad
del arte del siglo xx, un archivo con todas sus notas de prensa porque
sabía que alguien iba a llegar y contar su mejor novela, que era su
vida, la única novela que no podía contar porque estaban todos vivos y
porque se iba a meter en muchos líos. Dejó un archivo de fotos para que
un autor viniese algún día a contar su historia (...) en este caso, el
autor soy yo", dice el peruano en ese audiovisual. También se afirma en
un juicio bastante ajado: "como escritor (Amorim) no era muy bueno", y a
cambio deja una provocación un poco más fresca: Amorim habría sido el
primero en inventar "el marketing literario".
La investigación de Roncagliolo sin dudas le permitió entender algunos
mecanismos de ese marketing. Al menos así lo insinuó Ian Gibson, el
biógrafo irlandés de Lorca, consultado por Brecha sobre algunos de los
vínculos manejados en el libro. "No sé si no se trata de un stunt
publicitario por parte de Roncagliolo", sostuvo Gibson antes de haber
tenido el libro en sus manos. Esta semana el peruano le obsequió El
amante uruguayo... dedicado: "Hasta no leer el libro no me voy a
pronunciar. De entrada no me gusta nada su método, sin dar ninguna
fuente y, por supuesto, sin índice onomástico que ayude al lector a ver
quiénes están en la narrativa antes de empezar la lectura. Te diré más
adelante mi opinión definitiva".
RESTOS DEL RUMOR
En noviembre de 2010 Brecha publicó un extenso artículo en donde se
buscaba reconstruir parte del legado de Amorim, a medio siglo de su
muerte. En una conversación con una persona vinculada a la familia
surgió al pasar el comentario: un cierto escritor peruano había estado
en Salto entrevistándose con allegados a Amorim. Entre las muchas cosas
que aquella persona señaló a Brecha estaba la que decía que aquel
peruano (en el momento de la charla no lograba registrar su nombre)
sostenía que Amorim se había traído de España los restos de Lorca y los
había enterrado en Salto. Una versión, en principio, sin sustento alguno
y que resultaba además bastante absurda. ¿"El desaparecido más célebre
de la guerra civil", enterrado en Salto? Había que hacer algunos
movimientos para descubrir al menos los orígenes del rumor.
Lo primero fue buscar a Roncagliolo, quien se mostró molesto por la
consulta alegando que Brecha estaba ventilando parte de su investigación
y que no proporcionaría ningún tipo de información hasta que el libro
se publicara. Sin embargo, con esto quedó de alguna manera confirmado lo
que nos había contado la persona cercana a los Amorim. Roncagliolo
dejaba entrever la existencia de "pruebas" para demostrar que dicho
traslado existió.
Entre las entrevistas que Roncagliolo mantuvo en Salto, hubo una con el
artista César Rodríguez Musmanno. En conversación con Brecha este último
contó que efectivamente tomaron contacto luego de la mediación de
Miguel Carini, quien estaba trabajando en la editorial Alcalá. "Me dijo
que era un muchacho joven, que estaba haciendo un libro sobre el valor
literario de Amorim, y a mí me pareció buena idea." Rodríguez Musmanno
recuerda que durante aquella conversación su entrevistador no hizo
muchas preguntas y que más bien se limitó a escuchar. No inquirió nada
tampoco sobre los hechos vinculados a los restos de Lorca que se
describen en el libro.
"Yo participé en la construcción del monumento a Lorca, en donde según
dice este señor está enterrado el poeta español. En ningún momento me
preguntó nada de esto. Es una invención, fui muy amigo de Amorim, nos
hubiésemos enterado si algo así hubiese pasado".
La hipótesis del viaje y posterior entierro de los restos de Lorca a los
pies de su monumento en Salto es descartada por las personas que
conocieron a Amorim y por aquellos que conocen la historia del
monumento. También Gibson la desestima con fuerza: "Habría sido
imposible extraer los restos y llevarlos allende los mares sin que
muchísima gente se diera cuenta. Es inimaginable". De todas formas
Roncagliolo se las ingenió para mantener vivo el mito, hasta ahora su
mito.
En una nota publicada en el diario El Mundo de España (29 de enero de
2012), el autor de El amante uruguayo... relataba algunos de los
elementos que alentaron sus sospechas: "A finales de 1953 una extraña
ceremonia se realizó en la ciudad de Salto, a orillas del río que separa
Uruguay de Argentina. En apariencia, se trataba de un homenaje al poeta
Federico García Lorca, asesinado 17 años antes, en los primeros días de
la guerra civil española. Pero no era un homenaje cualquiera". El
monumento a Lorca que se estaba colocando en esa ceremonia fue diseñado
por el propio Amorim y consiste en una especie de mural de tres metros
de largo con unas palabras de Antonio Machado grabadas. Según
Roncagliolo señaló en esa nota, "los albañiles abrieron una fosa detrás
de la lápida y enterraron una caja blanca, de las proporciones de un
osario: 40 por 30 por 60, sobre la cual Amorim declaró: 'Aquí, en un
modesto pliegue del suelo que me tendrá preso para siempre, está
Federico'". De las personas que estuvieron en la ocasión, ninguna pudo
confirmar el hecho, y las que se entrevistaron con Roncagliolo, algunas
de ellas también consultadas por Brecha, aseguran no haber escuchado
nunca "semejante barbaridad".
La siguiente pista que incorpora el escritor refiere a un viaje que
Amorim realizó a Europa en abril de 1952, fecha en la que tuvo el
supuesto encuentro con los restos de Lorca. Según esta versión, Amorim
desapareció sin dejar rastros ni dar explicaciones. A mediados de ese
mismo mes, Jorge Amado le escribió a Amorim proponiéndole viajar en
compañía de Nicolás Guillén y cruzar el océano todos juntos de regreso.
Frente a la ausencia de respuesta, no lo esperaron. Roncagliolo
conjetura: "es imposible saber dónde estuvo Amorim durante esos oscuros
días de abril. Después de su muerte, su hija Liliana quemó su pasaporte
sin explicar por qué".
El artículo señala que luego de su regreso a Uruguay Amorim se empeñó en
realizar el monumento a Lorca y enterrar allí "su tesoro". Roncagliolo
asegura que el salteño informó de esta historia a las grandes mentes de
mediados de siglo, pero que no se trataba de "célebres":
"En su correspondencia abundan cartas de amigos que se muestran
sorprendidos por haber comprendido lo que lleva el monumento. Otro le
jura que guardará el secreto del monumento. Pero ninguno de ellos es una
figura de las letras". La última pista aportada refiere a una
conversación que habría tenido lugar en Salto entre la viuda de Amorim y
su asistente:
"-Señora, ¿qué hay en esa caja que tienen enterrada en el monumento?
La respuesta fue:
-Mucho pregunta usted, mi hija".
El origen del rumor es incierto. Brecha buscó hablar con Roncagliolo
pero éste se negó a realizar declaraciones hasta que el libro sea
distribuido en Uruguay. "Creo que es una historia que puede despertar
interesantes discusiones sobre ese país, pero para eso es necesario que
los uruguayos puedan leerlo".
N de R: Juan Manuel Chaves es salteño y periodista del semanario montevideano Brecha. SALTO CHAT
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